Siempre me ha gustado la moda y ver las fotos de las revistas. Desde pequeña he visto las editoriales de Vogue, Elle o Telva porque rondaban por el salón de casa de mis abuelos, además eran revistas muy viejas y con un toque ochentero. Aún hoy cuando voy y no tengo nada que leer miro esas páginas que están ya muy dobladas e incluso pintadas por mis primos pequeños. A veces a la modelo le falta un ojo o un pie porque los recortan para hacer collages.
Estas fotos las he hecho pensando en los reportajes que veía donde una modelo paseaba por las calles de Nueva York saltando charcos, agitando la melena y tomando café en algún puesto ambulante de Central Park.